En cumplimiento del artículo 219 de la Carta Magna, este jueves 5 de enero quedó instalada formalmente la Asamblea Nacional para dar inicio a sus labores legislativas en 2017. Para el segundo año de la legislatura 2016-2021, Julio Borges (PJ-Miranda) fue elegido por la mayoría de la Cámara como presidente del Parlamento.

Durante el discurso del nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Borges aseguró que en lo próximos días se sometería a consideración de la Cámara la declaración del abandono de cargo por parte del primer mandatario, lo que a sus juicio daría pie para que en Venezuela se puedan realizar elecciones en todos los niveles, «Incluso si hay que hacer elecciones parlamentarias nuevamente se realizaran» aseguró.

A Borges lo acompañaran en la directiva como primer vicepresidente el diputado Freddy Guevara (VP-Miranda), quien se desempeñó como presidente de la Comisión de Contraloría en 2016. Por su parte la parlamentaria Dennis Fernández (AD-Cojedes) fue designada segunda vicepresidente, convirtiéndose así en la primera mujer en formar parte de la directiva en la actual legislatura.

La Secretaría quedó en manos del Secretario General Nacional del partido La Causa R, José Ignacio Guédez, mientras que en la Sub Secretaría repitió el abogado José Luis Cartaya. El diputado Stalin González (UNT-Dtto.Capital) fue escogido como Jefe de la Fracción mayoritaria de la Mesa de la Unidad Democrática.

La bancada del Gran Polo Patriótico participó en el acto, sin embargo denunciaron la ilegitimidad de la nueva directiva por considerar que el Parlamento se encuentra en desacato. A la salida el hemiciclo de sesiones el jefe de la bancada chavista Héctor Rodríguez, señaló como «lamentable» las palabras emitidas por el nuevo presidente de la Cámara durante su discurso asegurando que sus palabras no ofrecieron ningún indicio de mejora para este año, » Vimos como el diputado Borges usó este espacio para promover su candidatura presidencial» aseveró.

Con este acto la Asamblea Nacional inicia un nuevo año marcado por una enorme incertidumbre sobre las acciones e incidencia que puedan tener las decisiones que adopte el Poder Legislativo ante la falta de reconocimiento de los demás poderes hacia el ente legislativo. Aunado a una asfixia presupuestaria -se pudo conocer que desde el mes de agosto los parlamentarios no han recibido el pago de sus sueldos y salarios-.

Sin embargo en materia de Transparencia son muchos los desafíos que debe adoptar la nueva directiva para adecuar sus políticas a los estándares mínimos de transparencia que tienen los demás congresos de la región, como lo evidenció los resultados del Índice Latinoamericano de Transparencia Legislativa 2016. 

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