Presentación

El tránsito a la conversación digital

El auge ficticio de la versión oficial

Una bomba de tiempo en twitter

De la narrativa revolucionaria a la desinformación

Epílogo

La estrategia del Gobierno nacional en el ámbito digital se puede rastrear en la Memoria y Cuenta de 2014 del MIPPCI, una de las últimas disponibles al acceso público. El informe reportó una evolución tecnológica y comunicacional: “desde la plataforma de medios digitales y redes sociales destaca la puesta en funcionamiento de un avanzado sistema de monitoreo de páginas web y redes sociales, herramienta que facilita los procesos de análisis y seguimiento de las matrices informativas y el desarrollo de métodos y mecanismos de difusión de contenidos”20.

El ministerio reconoció además aliados importantes: “cabe señalar la articulación institucional y social con distintos colectivos de tuiteros como Rentsoc, Trinchera Creativa, Ola Bolivariana, Foro Candanga, lo cual ha permitido posicionar 608 etiquetas revolucionarias, así como un total de 16.413.479 menciones”.

La organización y movilización de seguidores del partido de gobierno, en grupos y comunidades de Internet, acumula múltiples episodios.

En el portal digital Aporrea es posible identificar, posterior a la creación de la cuenta de Twitter @chavezcandanga, encuentros como el denominado “Comunicación para vencer”, convocado por el movimiento Foro Candanga y la Red de Tuiteros Socialistas, en abril de 2011. Este encuentro fue realizado en el Complejo Cultural Teresa Carreño.
Otra reunión de este estilo fue organizada por trabajadores de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), en septiembre del mismo año.

Un caso de impacto de este apoyo social y digital en el ámbito político es la serie de encuentros que realizaron varios grupos de activistas digitales para definir estrategias electorales, a favor de la campaña presidencial de Nicolás Maduro en 201321. La puesta en práctica de las ideas, con ejecución coordinada, derivó en algunas estrategias exitosas, como el uso de la imagen del bigote de Maduro en fotomontajes difundidos en redes sociales.

También la amplificación llegó a incluir la red de medios digitales y de Facebook de la consultora de comunicación política Neurona, según hallazgos del portal investigativo Armando.info22. Es la misma consultora que creó estrategias para los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador y para la campaña de Andrés Manuel López Obrador en México.

El activismo digital chavista ha estado en un vaivén entre la espontaneidad social y las órdenes verticales. La lógica militar destaca en la relación del chavismo con las redes sociales: empezó auto-denominándose “La Tropa”. Incluso la Fuerza Armada Nacional, violando lo establecido en la Constitución, toma partido y acompaña las campañas políticas en Twitter23.

Una ‘tropa’ digital del sector salud está conformada por cuentas de la red de atención pública Barrio Adentro, destinada a difundir los aspectos positivos de la relación Cuba-Venezuela, sobre todo en torno a los servicios de salud provistos por el gobierno cubano. Actúan de manera coordinada desde una red de cuentas llamada Cuba Coopera.

Más claramente, un proyecto de 2017 de Ejército de Trolls se refiere a pelotones, escuadras y batallones. La iniciativa surgió desde el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz. El plan detalla cuántas cuentas de Twitter, Facebook, Instagram y Google plus son necesarias para alcanzar cada uno de los niveles de este ejército24.

Pero una articulación aún mayor inició en mayo de 2018, cuando la cuenta en Twitter del sistema del Carnet de la Patria —principal plataforma online del gobierno de Maduro— informó de la premiación de ciudadanos, en general, por su comportamiento en redes sociales. Varios usuarios de Twitter celebraron semanas después la recepción de bonos del Estado por tuitear y retuitear los mensajes gubernamentales.

 

Tuiteros a sueldo

El de 2018 ha sido el único anuncio oficial sobre financiamiento de tuiteros, a pesar de que la práctica de compensación monetaria por la actividad digital se mantuvo al menos durante tres años, con bonificaciones mensuales y semanales, que variaron según el desempeño en la red social Twitter.

Los tuiteros podían aspirar cada mes a un pago de “primer lugar” si alcanzaban más de 3.500 retweet; de “segundo lugar” con más de 2.524 retweet; de “tercer lugar” al superar los 2.160 retweet; o de “mención especial” con más de 950 retweet.

El requisito para recibir los pagos era generar, como mínimo, entre 80 y 100 tweets y retweet diarios con las etiquetas que dictara el MIPPCI en su cuenta oficial.

“Al menos me servía para recargar saldo y completar para algunas cositas”, cuenta sobre la remuneración Lilian Pérez, quien durante el año 2020 manejó a diario hasta tres cuentas de Twitter. Tiene 50 años y reside en el estado Apure de la región llanera de Venezuela. “Lo que me motivó a hacerlo fue que la gente estuviera informada y en cierta parte el pago, por supuesto, que era una ayuda más”, dice.

Su jornada laboral empezaba buscando la “Etiqueta del Día”, anunciada en las redes sociales del MIPPCI. Lilian hacía 250 retweet a la etiqueta en la mañana; luego otros 250 al mediodía y terminaba con 250 retweet más en la noche. Y el Estado venezolano le pagó cada semana por
estos clics.

Perteneció, hasta mediados de 2021, a la red denominada Tuiteros Activos o Tuiteros de la Patria, un grupo de cuentas encargadas de amplificar los mensajes del gobierno de Maduro en Twitter. La red lograba posicionar la propaganda oficial como un tema de interés colectivo en la conversación digital, todos los días.

Lilian se enteraba de las instrucciones a través de un grupo de la red social Facebook, creado por seguidores del partido de gobierno. También se crearon grupos de WhatsApp y Telegram con la misma función.

Para trabajar como Tuitero Activo o Tuitero de la Patria, el primer paso era registrar la cuenta de Twitter en la sesión del sistema Patria, creada con el número de cédula de identidad.

Los usuarios debían autorizar el acceso de la aplicación Twitter Patria a su cronología de tweets. Así el sistema estatal podía hacer un seguimiento sistemático de las publicaciones.

Lilian sincronizó una cuenta de Twitter en su sesión del sistema Patria, y dos cuentas más en las sesiones abiertas con las cédulas de su esposo y de su madre. Manejó las tres al mismo tiempo para alcanzar más ingresos por premios. “Todas me las bloquearon”, lamenta, luego de una suspensión masiva de cuentas de Tuiteros Activos, por parte de la empresa Twitter desde mayo de 2021.

—¡Me acaban de decir que mi cuenta está suspendida! ¿Qué significa eso? Yo hice ayer 400 RT y hoy sólo llevaba 50. Quería hacer 100 porque ya era tarde.
No entiendo qué pasó —alertó uno de los miembros de un grupo de WhatsApp de Tuiteros Activos, el 5 de mayo.

—La mía también me la suspendieron.

—¡También suspendida! ¿Qué pasó?

—Traten de hacer RT no tan seguido, en varias tandas, porque el sistema los toma como bot.

La verdadera Twitter Police

La compañía Twitter inició a partir de mayo de 2021 una cruzada para hacer cumplir las políticas de la plataforma, referentes a la reproducción desmedida de contenidos. Algunos tuiteros apelaron con éxito la suspensión, y sus cuentas fueron reactivadas bajo advertencia.

“Detectamos incumplimientos de las Reglas de Twitter; específicamente de nuestras políticas que prohíben el spam y las interacciones con cuentas falsas o artificiales. Esto puede incluir la venta, la adquisición o el intento de aumentar las interacciones de cuentas (…) En el caso de producirse futuros incumplimientos, podríamos suspender tu cuenta permanentemente”, decía un mensaje que recibían desde la compañía norteamericana.

Otros pensaron en crear nuevas cuentas para el trabajo digital con el sistema Patria. Pero no pudieron porque, casi al mismo tiempo que las suspensiones masivas, el sistema Patria dejó de admitir nuevas sincronizaciones de Twitter en su página web. Únicamente los usuarios que recuperaron la misma cuenta, desde antes asociada a la plataforma, continuaron trabajando por premios a cambio de tuitear y retuitear, aunque con mayor prudencia.

Nuevas sugerencias circularon entre los grupos de WhatsApp y Telegram sobre Tuiteros Activos y Tuiteros de la Patria: “Cuando comience nuevamente el trabajo, deberíamos cuadrar un horario para evitar spam, o sea de 20 en 20 tuits, dejando lapsos de descanso hasta culminar los 300 diarios o 400. Tal vez esa debería ser la táctica”, planteó el administrador de uno de los canales de mensajería.

Había un problema de fondo. La actividad de los Tuiteros de la Patria estaba prohibida en la red social, al menos desde febrero de 2018: “Publicar múltiples actualizaciones (en una sola cuenta o en varias cuentas que controle) en un tema popular o de tendencias (por ejemplo, mediante el uso de un hashtag específico) con la intención de subvertir o manipular el tema, o inflar artificialmente el protagonismo de un hashtag o tema, nunca está permitido”25.

La empresa especificó en septiembre de 2020 que la compra y venta de interacciones (Retweet, Me gusta, Menciones), para hacer crecer las métricas de una cuenta o tweet, se considera un aumento artificial de la popularidad, y una estrategia inaceptable para la plataforma26. Hasta siete meses después, sin embargo, el Estado continuó patrocinando a tuiteros que destacaron la Etiqueta del Día en la conversación digital, por encima de tendencias verdaderamente espontáneas.

Tampoco la actualización de enero de 2021 de las pautas sobre Actividad dañina coordinada desalentó al aparato de divulgación oficial. “Si podemos probar con evidencia suficiente (como vínculos técnicos entre cuentas) que un individuo o grupo se ha involucrado en la coordinación técnica, siempre tomaremos medidas de control de cumplimiento, generalmente suspendiendo de forma permanente las cuentas involucradas”, dice el texto27 que también fue ignorado por el MIPPCI.

Lilian no pudo seguir porque su apelación no funcionó: sus cuentas bloqueadas en mayo no fueron reactivadas por Twitter. Decidió abandonar la actividad en esta red social tras no poder registrar alguna otra cuenta en el sistema Patria, para optar por premios.

“A raíz de eso me dediqué a hacer otras cosas. Decidí no seguir con esto porque de verdad es cansón. Mi sugerencia es que deberían reactivarnos las cuentas, ya que no le hacíamos daño a nadie con el trabajo que se hacía, y que era una ayuda para nosotros”, expresa.

La acción coordinada, sin embargo, para influir artificialmente en las conversaciones es considerada por la compañía Twitter como una manipulación de su plataforma. Por eso está restringida. “Todos los días los usuarios vienen a Twitter para ver lo que está pasando. Uno de nuestros principales objetivos a la hora de mejorar la salud de las conversaciones en Twitter es asegurar que las personas tienen acceso a información creíble, relevante y de alta calidad”, expone la empresa.

Las políticas de la red social rechazan las interacciones que no sean auténticas y estén encaminadas a hacer parecer que una cuenta o tema es más popular de lo que realmente es. La sanción por incumplir esto es la suspensión de la cuenta.

Y así estaba pasando desde 2019. En enero de ese año, Twitter publicó un reporte en el cual informó que 769 cuentas habían sido eliminadas por mostrar un comportamiento similar al de las campañas de la empresa rusa IRA (Agencia de Investigación de Internet), dedicada a promover desinformación en favor del Kremlin ruso. Estas cuentas habían tuiteado en 2018 unas 985.000 veces y tenían un promedio de 585 seguidores cada una.

De Venezuela, al menos 1.196 cuentas fueron eliminadas ese año por participar en una propaganda sistemática influenciada por el Estado venezolano.

En junio del mismo año, Twitter reportó la eliminación de 33 cuentas más, con un modelo de comportamiento similar al de IRA.

Aunque en Twitter no han vuelto a aparecer reportes que mencionen a Venezuela hasta el momento de la redacción de esta investigación, resulta evidente que en 2021 la compañía suspendió cuentas venezolanas de forma masiva. Las quejas de la tropa digital por estas razones se hicieron visibles en sus intercambios por mensajería, sus grupos de Facebook y en la propia red social Twitter. Y hasta el impacto de la propaganda oficial disminuyó: la cantidad de tweets registrados de MIPPCI del período enero-abril de 2021 (34.752.846 en promedio) contrastó con los del período mayo-agosto (7.401.457 en promedio) Una caída de 78,70%.

—Dios mío, ¿y ahora? —preguntó uno de los tuiteros en un grupo de WhatsApp.

—Nada que hacer por el momento, camarada —planteó el administrador—. Publicar cosas interesantes y listo, sin hacer spam porque ya no hay sincronización. Haga su publicación normal; yo hago publicaciones e interactúo, pero ya no me esfuerzo para nada.

—Bueno, ojalá y busquen solución, porque muchos nos ayudamos con esto —dijo otro.

La red de tuiteros guarda esperanzas de recibir instrucciones para migrar su trabajo propagandístico a alguna otra red social. “Que sincronicen Mastodon (red social similar a Twitter) con el sistema Patria”, plantean en sus grupos de mensajería.

 

20   Memoria y Cuenta Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información 2014.
https://transparenciave.org/wp-content/uploads/2016/07/MEMORIA-2014DEF-556PM14115.pdf

21   Aporrea.org. Por Chávez y Maduro: Grupos sociales en red realizarán encuentro hoy en el Celarg. Prensa Celarg. 2013.
https://www.aporrea.org/actualidad/n225459.html

22   Armando.info: Neurona: Las campañas para Maduro de los ‘Mad Men’ revolucionarios.
https://armando.info/neurona-las-campanas-para-maduro-de-los-mad-men-revolucionarios/

23   Rodolfo Rico: Partisan military propaganda takes Twitter hostage. Medianálisis.
https://disinformation.medianalisis.org/partisan-military-propaganda-takes-twitter-hostage/

24   Proyecto de Formación del ejército de trolls de la revolución bolivariana para enfrentar guerra mediática.
https://www.bloomberg.com/features/2018-government-sponsored-cyber-militia-cookbook/data/Ejercito_De_Trolls_Venezuela.pdf

25   Twitter: Automatización y el uso de múltiples cuentas.
https://blog.twitter.com/es_la/topics/product/2018/Automatizacion-y-el-uso-de-multiples-cuentas-

26   Twitter: Política relativa al spam y la manipulación de la plataforma. https://help.twitter.com/es/rules-and-policies/platform-manipulation

27   Twitter. Actividad dañina coordinada. https://help.twitter.com/es/rules-and-policies/coordinated-harmful-activity

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