Fernando Tineo- Desde 2007 y 2008 se vienen cometiendo irregularidades en la compra de alimentos por parte del Estado, específicamente desde que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) asumió las riendas de la llamada “soberanía alimentaria”. Las filiales de la estatal petrolera encargadas de realizar las compras en el mercado interno y fuera del país, se convirtieron en un foco de presuntos hechos de corrupción, inclusive detectado por los controles internos de la propia empresa. Sin embargo, se hizo caso omiso a los llamados de atención sobre las supuestas irregularidades que se estaban cometiendo.

0701weilEntre finales de 2007  y febrero de 2008, Bariven (filial de Pdvsa) estableció los niveles de importación de alimentos para ese año, determinando un volumen de 1.719.087 toneladas métricas (TM), a ser importadas por la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (CASA) y la propia Bariven. Vale resaltar en este punto lo siguiente:  el Comité Ejecutivo de PDVSA, en reunión celebrada a finales de octubre de 2007, en concordancia con la política del Ejecutivo Nacional de “combatir la especulación”, acordó declarar emergencia alimentaria delegando en la filial Pdvsa Agrícola y Bariven la procura nacional e internacional de alimentos bajo la modalidad de adjudicación directa.

Para el periodo noviembre 2007 – julio 2008, Bariven compró y pagó 1.057. 531 TM de alimentos por un precio de 2.248 millones de dólares. Sin embargo para octubre de 2008 en Venezuela sólo se habían recibido 266.571 TM, es decir el 25 por ciento. De esta cifra sólo se logró distribuir a esa fecha, el 14 por ciento, 143.866 TM de alimentos a través de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval). ¿Y el resto?

Fallas internas

Para el año 2008, no se consideraron las mejores ofertas de precios de proveedores en algunos casos, registrándose una pérdida de 54 millones de dólares. Se encontraron 65 contenedores con alimentos dañados: caraotas, pollo, leche líquida, leche en polvo y carne, equivalentes a 1.201 TM por un valor de 4 millones 400 mil dólares (1 millón 500 mil dólares fue el costo del producto y 2 millones 900 mil fue el costo del almacenaje).

Alimentos nacionalizados no despachados por el orden de 26.839 TM con un costo de 109 millones de dólares, con el riesgo de pérdida de los alimentos, por tratarse de productos perecederos, con un promedio de 55 días de almacenamiento.

Se encontraron diferencias en los controles de recepción de la mercancía. La disparidad estaba entre el total de los pedidos pagados a los proveedores y lo recibido en Venezuela por un total de 3 mil 47 TM, con un costo asociado de 10 millones de dólares.

No se consideró la oferta presentada por una empresa de 2.950 dólares/TM para la colocación de 5 mil TM de alimentos y se pagó otra oferta por el orden de 4 mil 958 dólares /TM, lo que generó un incremento en la compra de 10 millones de dólares.

En el banquillo

Pdvsa fue demandada en Estados Unidos por soborno. Los dueños de la empresa Dexton Validza INC., Tomás González y Pablo Cárdenas, indicaron que Bariven canceló un  contrato de compra de alimentos por negarse a pagar 2 millones de dólares a Juan Carlos Chourio, enviado de Bariven. Según los demandantes, Chourio les habría dicho que “era un enviado de George Kabul”, presidente en ese momento de Bariven.

Según González y Cárdenas, luego de cancelado el contrato, Bariven adquirió a una empresa brasileña 20 mil toneladas de carne a un precio de 4 mil 900 dólares la tonelada, casi 600 dólares por encima del precio ofrecido por Dexton Validza, 11,5 millones de dólares de sobreprecio. Pdvsa debió cancelar 100 millones dólares por la demanda.

Algo huele mal

De allí en adelante empezaron a aparecer contenedores en los puertos del país con comida descompuesta. Solo en Puerto Cabello se hizo el hallazgo de 3 mil 257 contenedores con un total de 122 millones de kilos de alimentos en mal estado. La diputada del Concejo Legislativo del estado Carabobo, Neidy Rosal, denunció estos hechos y manifestó que en su mayoría se trató de carne, pollo, leche en polvo y granos.

Resaltó que no se tomaron las medidas correctivas para la distribución y almacenamiento de la comida que arribaba a los principales puertos del país. En ese sentido, indicó que entre los años 2009 y 2010 fueron destinados 2.583 millones de dólares dirigidos a la compra de alimentos y agregó que para el 2011 fueron aprobados adicionalmente más de 5.000 millones de dólares. La parlamentaria reclamó que sólo 14% de los rubros adquiridos fueron entregados y lo demás se perdió.

El ex gobernador del estado Carabobo, Henrique Salas Feo, también denunció los negocios que hubo detrás de la compra de alimentos. Indicó que el Estado otorgaba dólares preferenciales (2,60 Bs/$ en 2010), y luego quien fuera adjudicado hacía la compra de la siguiente manera: “iban a Argentina por ejemplo y decían, te compro toda la leche que tienes vencida pero me la facturas a precio full como si estuviese fresca, te la compro dándote un poquito, me la facturas completo, con sobrefacturación y yo me traigo la leche descompuesta en los contenedores hasta el puerto de Puerto Cabello”. El diferencial de dólares era utilizado para hacer otras compras no autorizadas o para inyectarlos al mercado negro.

En su momento, Salas Feo manifestó que el negocio no solo estaba en el aspecto cambiario; en los puertos también se generaba un foco de corrupción. “Por cada día que ese contenedor está estacionado en los patios de Puerto Cabello, Pdval paga 14 mil bolívares. Pero además, el contenedor donde vienen los alimentos es alquilado, por el cual Pdval paga diario 120 dólares”, advirtió.

En el estado Cojedes específicamente en Tinaquillo, en el sector Hilanderías, se encuentran unos galpones de Pdval. En uno de sus patios estaban estacionados una gran cantidad de contenedores, 800 aproximadamente. En nuestra visita al lugar, pudimos conversar con un oficial de la Fuerza Armada que en principio nos prohibió grabar, pero luego, cuando intercambiamos palabras, nos dijo que estaba descontento por lo que ocurría en ese lugar.  “Todos esos contenedores tienen comida descompuesta y esta gente la entierra aquí mismo en fosas”, reveló el funcionario.

Alrededor de este centro de acopio de Pdval existe una urbanización. Los que allí viven confirmaron los malos olores que salían de ese lugar y se lo atribuían a comida en mal estado. Algunos señalaron que en horas de la noche sacaban los contenedores y los llevaban a descargar al basurero de la localidad.

En Cumaná, estado Sucre, aparecieron toneladas de pollo en descomposición. En Machiques, estado Zulia, miles de kilos de leche en polvo se perdieron por no ser distribuidas a tiempo.

El estado Anzoátegui también se llenaría del mal olor. En el puerto del complejo Criogénico José Antonio Anzoátegui, conocido como Jose, se encontraron 2 mil contenedores con 16 mil toneladas de leche en polvo descompuesta.

Ni George Kabul ni Juan Carlos Chourio fueron investigados por las autoridades venezolanas. El encargado de los puertos en el país para el momento de los hallazgos de comida podrida, es el actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

El presidente de Pdval, Luis Pulido, y dos miembros de la junta directiva del organismo, Vilyeska Betancourt y Ronald Flores, fueron detenidos en el año 2010 e imputados por  los delitos de peculado doloso y boicot. El proceso penal fue anulado luego de 25 diferimientos de la audiencia de juicio. Recibieron el beneficio de ser juzgados en libertad.

Betancourt y Flores volvieron a sus cargos en Pdvsa y Pulido trabajó en la campaña electoral de Hugo Chávez en 2012. Luego, fue visto trabajando en la Gobernación del estado Nueva Esparta. Fueron condenados, luego de que se reanudó el proceso judicial, a pagar una multa de 60 millones de bolívares por daños causados al patrimonio público.

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