CAPÍTULO 4

ECONOMÍAS ILÍCITAS CARABOBO

Tipos de ilícitos y actores

El narcotráfico y la venta de combustible en el mercado negro son las actividades ilícitas que predominan en el estado Carabobo; sin embargo, el tráfico ilegal de oro y el contrabando de chatarra se han convertido en “negocios nuevos”. A estos tipos de economías ilícitas también se suman la extorsión y el secuestro.

Estos delitos están asociados a grupos de crimen organizado o grupos irregulares porque se cometen a gran escala y bajo el liderazgo de actores puntuales, lo que implica un nivel de organización complejo, diferente al hampa común.

En Carabobo existen varios actores dedicados a la economía negra, entre ellos: el Tren de Aragua, la megabanda de alias “Richardi”, sindicatos de la construcción, el denominado Cartel de los Soles y el Cartel de Paraguaná. Según las entrevistas sostenidas para este análisis, los efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado, policías y militares, son los que más han sido relacionados con la ejecución de actos de la economía negra. Se señala que estos efectivos tienen alianzas con grupos irregulares que se movilizan también por la costa hasta el estado Falcón.

Una de las bandas más temidas en la entidad es El Tren de Aragua, considerada como la organización armada no estatal más poderosa de Venezuela. Este grupo está liderado por Héctor Rutherford Guerrero Flores alias “Niño Guerrero”, el pran del Centro Penitenciario de Aragua conocido como Tocorón, descrito en el capítulo tres de este informe.

Aunque la banda se originó en el estado Aragua se ha extendido hasta al menos 13 estados de Venezuela y más de siete países de la región.

Otro de los grupos más poderosos en Carabobo es la megabanda de alias “Richardi”, liderada por Néstor Richardi Sequera Campos, máximo líder o pran del Internado Judicial de Tocuyito. Esta organización criminal tiene una alianza con la banda de “el Koki”, presente en Caracas y juntos participan en la explotación ilegal de oro y venta irregular de chatarra. Además, estas bandas son señaladas de participar en otros ilícitos como tráfico de drogas, extorsión, robo de vehículos, tráfico de armas y secuestros.

En junio de 2020, fueron asesinados cuatro delincuentes que también controlaban economías ilícitas en Carabobo. En un presunto enfrentamiento con una comisión mixta policial y militar en Guacara resultaron muertos Guiosmar Antonio Heredia Colina, alias “el Bebé”, y tres de sus hombres más cercanos, dos de ellos conocidos con los apodos de “El Dieguito” y “Luis El Feo”. Este grupo se dedicaba a distribuir drogas, extorsionar, secuestrar, entre otros delitos.

Estas organizaciones se han interesado más recientemente por las actividades asociadas al tráfico ilegal de oro y contrabando de chatarra. Se han mantenido en el corredor costero desde Puerto Cabello hasta Paraguaná que impacta toda la Costa Oriental de Falcón. Igualmente, hay influencia del Tren de Aragua en las poblaciones de Mariara, Güigüe, San Joaquín y Guacara. Se conoce que la minería ilegal está permeando hasta Cojedes, que limita al sur con Carabobo.

En cuanto a los carteles, hay reportes de que el Cartel de Paraguaná, dirigido por Emilio Martínez (alias el “Chiche Smith”), ha realizado operaciones de narcotráfico en Puerto Cabello y, en abril de 2020, allanaron varias propiedades vinculadas a él en los estados Falcón y Carabobo.

Fuentes consultadas para este informe relacionan el narcotráfico, el contrabando de combustible, el tráfico ilegal de oro, el contrabando de chatarra y la corrupción en la gestión de puertos y aeropuertos con funcionarios de la gobernación del estado Carabobo y entes adscritos.

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Impacto de los grupos irregulares
y la economía sumergida

De acuerdo con fuentes especializadas, los delitos de la economía negra afectan más a mujeres y niñas porque incluyen prácticas de esclavitud moderna, específicamente explotación sexual. Además, las mujeres asumen la totalidad de las responsabilidades de la familia, en caso de que sus parejas sean detenidas, heridas o asesinadas.

La debilidad institucional y la complicidad de algunas autoridades convierten los recientes hallazgos de oro, en el occidente del estado, en una mala noticia por el impacto ambiental y por la inseguridad que genera la presencia de grupos irregulares. Además, la situación precaria de la infraestructura portuaria y aeroportuaria, así como el desmantelamiento de la zona industrial hacen apetecible el negocio de la chatarra.

Aunque las consultas realizadas revelan que la Gobernación de Carabobo tiene una alta percepción de corrupción, también es cierto que el gobernador Rafael Lacava y su equipo tienen la mayor aceptación entre los políticos de la región. La Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), la alcaldía de Puerto Cabello y el Seniat son otras instituciones que son vistas con desconfianza.

En el aspecto económico, se evidencia un desplazamiento de empresarios tradicionales por nuevos grupos económicos que no promueven la producción local. Llama la atención una aparente recuperación económica debido a las inversiones realizadas por algunos empresarios vinculados con el poder.

Sobre el impacto político e institucional, se ha generado un debilitamiento de la disidencia democrática por compra de conciencias y ha aumentado la falta de probidad de nuevos actores en el ejercicio de la política.

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