José Guerra: “Venezuela no está bloqueada, está quebrada por el chavismo”
El diputado a la Asamblea Nacional cuestionó la llamada Ley Antibloqueo y afirmó que el país lo que necesita es un cambio de modelo económico. Planteó la necesidad de buscar una salida política a través de la negociación y del diálogo, a la vez que reiteró su respaldo a Henrique Capriles y a la consulta propuesta por Juan Guaidó
Transparencia Venezuela, 3 de octubre de 2020. Para el economista y diputado a la Asamblea Nacional (AN) en el exilio, José Guerra, en Venezuela quedan solo dos opciones: seguir por el camino del socialismo que la llevó a lo que llamó “la peor catástrofe económica” de un país sin conflicto bélico, o abrazar el plan del equipo de la transición que lidera Juan Guaidó para crear un marco donde resurja la economía y todas las fuerzas políticas convivan de forma civilizada. Así lo expresó durante su participación en el programa “¿Para dónde vamos?”, conducido por el periodista Pedro Pablo Peñaloza, donde también se pronunció en contra de la Ley Antibloqueo aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). “Venezuela no está bloqueada, lo que está es quebrada. La quebró Chávez y Maduro consolidó ese quiebre con las políticas socialistas que ha implementado desde el año 2013”.}
El parlamentario señaló que el declive de la producción petrolera inició en 2012, que el país entró en recesión económica desde 2014 y que la hiperinflación comenzó a manifestarse en 2017. Estos fenómenos se registraron mucho antes de las sanciones que se comenzaron a aplicar a partir de 2019. “Todo es producto de una maquinaria de propaganda que hace ver que las sanciones son las culpables de la crisis de la economía venezolana y eso no es verdad. Venezuela no requiere una Ley Antibloqueo, lo que quiere es cambio de modelo económico. Además, esta ley que no es tal, porque las leyes las leyes las hacen los congresos, es prácticamente un cheque en blanco para que el gobierno cambie la gobernanza en materia petrolera”.
Guerra afirmó que lo que se busca es deshacer los convenios que entabló Chávez en 2017 con la nacionalización petrolera, donde cambió el esquema de las empresas petroleras de la Faja del Orinoco hacia empresas mixtas -donde Pdvsa tiene la mayoría accionaria- a un nuevo sistema donde la estatal venezolana pierda esa mayoría y se abra al capital estatal, principalmente de Rusia y China, para que tomen las empresas mixtas que antes estaban en manos europeas y estadounidenses. Por otra parte, dijo que instrumento les permitirá mover los recursos que aún quedan en el Banco Central sin ningún tipo de contrapeso o sin rendir cuentas.
Economía en emergencia
El diputado recordó que desde 2016 el oficialismo gobierna bajo un decreto de emergencia económica que le da facultades para tomar decisiones en distintos ámbitos. “El problema es que no tienen la legitimidad y con la Ley Antibloqueo procuran abrir las puertas a potenciales inversionistas, básicamente a capitales chinos o rusos, bajo cierto marco de “legalidad”. “Pero los analistas saben que meter plata en Venezuela es plata perdida. Los chinos tienen unas acreencias por cobrarle al gobierno de Venezuela de más de 20.000 millones de dólares. Nadie va a invertir los 50 mil o 60 mil millones de dólares que requiere el país para renegociar la deuda, aumentar las importaciones, para planes masivos de asistencia social para el pueblo hambriento y necesitado, que no sea por medio de organismos multilaterales de crédito como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo”.
Sobre la apertura de cuentas en dólares activada por algunas entidades financieras, Guerra señaló que se trata de una estrategia correcta hacia la internacionalización de la banca venezolana, para abrir una ventana de oportunidades para los que no quieran ahorrar en bolívares. “Lo contradictorio es que un gobierno socialista que puso en la Constitución que la moneda venezolana es el bolívar y que no se puede cambiar sino en el contexto de una integración latinoamericana y caribeña, está creando los incentivos para que la gente ahorre en moneda extranjera dada la hiperinflación y la destrucción de la moneda nacional que ellos mismos generaron”.
Solución concertada
Guerra, quien acompañó a Henrique Capriles Radonski como jefe de campaña en dos oportunidades, dijo no ver contradicciones entre la postura del excandidato presidencial y la propuesta del actual presidente del Parlamento, Juan Guaidó. De igual modo, descartó cualquier salida a la crisis nacional que implique el uso de la fuerza o la eliminación del chavismo como movimiento político. “Creo que quienes piensan que van a aplastar, a desaparecer por un decreto al chavismo están equivocados. Primero porque no es conveniente, segundo porque no es viable y en tercer lugar porque lo van a victimizar. Ninguna de las transiciones que se han hecho en el mundo ha partido de la eliminación del adversario político. Yo no veo al chavismo como un enemigo”.
De igual modo, sostuvo que Capriles dio un paso adelante al plantear una negociación indirecta con el régimen que permitió la liberación de más de 100 presos políticos. “El gran triunfador de esta jornada política ha sido él. Quien quedó mal fue el régimen, no Henrique Capriles. La diferencia sutil es tal vez el tema de la mediación, pero recordemos que aquí hubo un esfuerzo, apoyado por Guaidó, de reunirse con el reino de Noruega para buscar una solución política, y antes hubo una con el Vaticano y otra con República Dominicana. Es decir, se han hecho esfuerzos en ese sentido. La política correcta es que el voto elija, y buscar una salida política mediante elecciones presidenciales y parlamentarias libres, democráticas y competitivas que ahora no tenemos”.
Guerra insistió en que la solución es por la vía de elecciones transparentes y libres, y recalcó que la lucha por condiciones y la consulta popular promovida por Guaidó no son contradictorias sino complementarias. “El enunciado de la consulta dice que es en el marco de la búsqueda de unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres, democráticas, transparentes y competitivas. Es un mecanismo para movilizar a la gente, a la vez que se agota el espacio de la negociación y el diálogo. Hemos fracasado en la búsqueda del diálogo”.
Guerra comentó que no existen las condiciones para una salida de fuerza o para una intervención militar extranjera. “Yo estoy en Estados Unidos, este país está dividido y viéndose a sí mismo con el problema la población afrodescendiente. Este país no para una aventura en el exterior, salvo que el país sea agredido. Este país está para verse a sí mismo, a sus problemas internos y ahora más con el Covid del presidente Trump. Además, para desplegar fuerzas, salvo una situación especial, se requiere la aprobación del congreso y el congreso es mayoritariamente demócrata”.
En este contexto dijo que quienes apuestan a esa salida no están dedicados al problema principal de organizar a la gente en la calle, buscar una vía de conducción de las protestas y transformar las manifestaciones por falta de gas, de agua o de gasolina en acciones con una motivación política.
Sin rencor
Con respecto al escenario que se presentaría de concretarse las elecciones parlamentarias del 6-D, Guerra enfatizó que fue electo diputado para cinco años. “Fui despojado ilegalmente, de manera arbitraria de mi inmunidad por órdenes de Diosdado Cabello. Por cierto, yo no le tengo ni odio, aunque él tenía una fijación conmigo no sé por qué. Yo no soy hombre de odio, ni con él ni con nadie. Pertenezco a un partido que planteó una posición o está discutiendo qué vamos a hacer, y en parte la consulta es para ello. En cinco años entraría en otras funciones, salvo que haya otra interpretación de la ley o un nuevo acuerdo político que permita darle continuidad a la actual AN. Tenemos que buscar es cómo hacemos para una salida política”.
El parlamentario también marcó distancia con quienes atacan a la Fuerza Armada Nacional (FAN) como un todo, pues a su juicio, no hay homogeneidad en la institución y resulta imposible que el 85% de rechazo que dice tiene Maduro no haya tocado a lo interno de los componentes militares. “Lo que pasa es que la FAN está cooptada y penetrada por un grupo fanatizado y altamente infiltrada por la inteligencia cubana, y da la impresión de que son monolíticos en cuanto a la defensa del régimen, pero no es así. Tenemos información que el informe de la ONU ha causado mucho impacto en la FAN, porque no todos son torturadores, violadores de derechos humanos o traficantes de droga. Hay gente en la FAN que cree en su rol de preservación del orden constitucional y de la frontera, de servicio del país. Por eso debe haber una política de inclusión en la solución a la crisis del país. No hay solución a la crisis del país sin la Fuerza Armada”.