Paralización de grandes obras se hizo la norma en la gestión del chavismo-madurismo

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Decenas de obras de infraestructura paralizadas y muchas con severos signos de deterioro se exhiben hoy en día en los cuatro puntos cardinales del país como grandes monumentos a la desidia y la corrupción. En su campaña “Obras Inconclusas” Transparencia Venezuela se da a la tarea de inventariar las más importantes por los recursos que consumieron, el peso que tenían para el desarrollo del país y el valor para la vida de los ciudadanos

Transparencia Venezuela, 5 octubre 2018. El Metro de Guarenas y Guatire, el tercer puente sobre el Río Orinoco, la Central Hidroeléctrica Tocoma y el hospital oncológico y toxicológico de Barinas son solo algunas de las obras contratadas por el gobierno venezolano en los últimos 20 años que hoy figuran como grandes monumentos a la desidia y la corrupción. No se concluyeron, ni aportaron beneficios a los ciudadanos, recuerda Transparencia Venezuela con su más reciente campaña “Obras Inconclusas”.

La organización elaboró una larga lista de obras proyectadas por los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que ameritaron la inversión de grandes sumas de dinero pero que quedaron a medias, razón por la que los venezolanos hoy cuentan con menos opciones para tratar su salud, menos posibilidad de movilizarse dignamente, menos disponibilidad de electricidad y menos agua. La historia de cada obra inconclusa será contada semanalmente a través de sus redes sociales.

“Dejar las obras inconclusas, que antes era un hecho extraordinario, se volvió una práctica común en Venezuela. Y lo peor es que los ciudadanos no tienen quién responda por lo que ha pasado. No tienen a quién acudir para exigir que culminen las obras. Son indefensos frente a los órganos del poder público”, afirmó Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela.

Agregó que sobre el proceso de contratación de muchas de las obras inconclusas abundan las dudas. No se sabe si la adjudicación se realizó a la empresa más calificada, o si se cumplieron con todos los requisitos exigidos por las leyes, peor aún, algunas empresas contratistas como las brasileñas Odebrecht y Camargo Correa están envueltas en grandes casos de corrupción.

Cabillas oxidadas, columnas a medias, tubos rotos y cables desprendidos es lo que ha quedado en los lugares en los que se debieron construir hospitales, sistemas de transporte, puentes y hasta centros de reclusión. Con el paso de los días el deterioro de las instalaciones se incrementa.

“Cuando se planificó la construcción de los hospitales, del Metro Guarenas – Guatire, y del segundo puente sobre el Lago de Maracaibo existía la necesidad. Los dejaron a medias y hoy hay personas muriendo por falta de atención médica y montándose en jaulas para poder llegar a sus casas y puestos de trabajo”, añadió De Freitas.

Destacó que en caso de que Venezuela vuelva a contar con la solvencia económica y ética necesaria para retomar las obras, en lo primero que habrá que invertir es en una evaluación general, para determinar el daño causado por el abandono.

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