Escasez de medicinas, falta de médicos e infraestructura golpea a pacientes
David, un paciente del Hospital J.M de los Ríos, de apenas 14 años, falleció a la espera de una transfusión de sangre. El pequeño esperó 14 días, y su madre con desespero buscó en otros hospitales, bancos de sangre y clínicas privadas; cuando finalmente consiguió las plaquetas para la transfusión, el niño falleció.
La experiencia vivida por David y su Madre, no es una eventualidad en los hospitales venezolanos, al contrario, es una situación frecuente que llena de historias negativas los libros médicos de los centros de salud. En los últimos años, la escasez de medicinas, falta de médicos y la carencia de una infraestructura hospitalaria adecuada ha hecho que muchos pacientes sufran en los centros asistenciales públicos a los que paradójicamente acuden en busca de salud.
Un informe presentado por Transparencia Venezuela, basado en una actividad denominada “Operación Guiso”, muestra como las políticas públicas erradas en materia de salud, el manejo poco transparente de los recursos y los altos niveles de burocracia son el caldo de cultivo para focos de corrupción en los centros hospitalarios.
En un recorrido realizado por el hospital JM de los Ríos, uno de los más importantes del país, se develó la larga lista de carencias y las trabas a las que se enfrentan los familiares de los enfermos para conseguir atención y medicinas.
En el documento se detalla que el 86 por ciento de las medicinas distribuidas en el sistema de salud público venezolano son importadas, por ende la falta de divisas impide el abastecimiento adecuado.
La burocracia, también se presenta como una de las razones por las cuales no se aplican políticas públicas efectivas para garantizar una mejor calidad del servicio y que los ingresos que recibe la nación por concepto de impuestos se traduzcan en un sistema de salud fortalecido.
A esto se suma la poca inversión por parte del Estado, tanto así que en el 2014 los recursos destinados a este sector fueron menores que en el año 2013, pasando de 47 mil 571 bolívares a Bs. 41 mil 445, incluso los recursos asignados a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana han sido superiores a los otorgados al sistema público de salud.
Poca transparencia
La forma en que son manejados los recursos dentro del sector salud y el funcionamiento estructural de este, hace difícil que se detecten casos de corrupción, pero “no significa que no existan”, precisa Transparencia Venezuela en su investigación.
Confusión de roles y responsabilidades de los funcionarios, dispersión del sistema, falta de planificación presupuestaria, la ausencia de planes preventivos y la falta de supervisión y control, genera las condiciones para actos de corrupción. Asimismo, los cambios frecuentes de ministros, causa una debilidad institucional. Entre 1999 y 2013 han pasado por el despacho de salud 11 ministros, cuyas gestiones han sido cuestionables tomando en cuenta la crisis hospitalaria que se vive actualmente en el país.