Más de 100 días han transcurrido desde que inició el proceso de inmunización en Venezuela y aún no es público el plan técnico de vacunación. No se conoce con exactitud cuáles son los grupos prioritarios, las fases de vacunación, los tipos de vacunas que se aplicarán, las dosis disponibles, la cantidad de personas que han participado, entre otros aspectos fundamentales. Transparencia Venezuela identifica siete irregularidades que se han registrado durante este proceso
Transparencia Venezuela, 18 de junio de 2021.- Venezuela llega a su cuarto mes de vacunación contra el coronavirus y son muy pocos los datos que se conocen sobre el proceso. A pesar de que distintos sectores de la sociedad civil han exigido un plan de vacunación público y que sean tomadas en cuenta las prioridades que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Estado guarda silencio y da a cuentagotas algunas pistas sobre el desarrollo de la vacunación.
Lejos de generar calma en la ciudadanía, la discrecionalidad con la que se ha manejado la vacunación ha aumentado la desesperación y ha dejado espacio al mercado negro de vacunas, que pone en riesgo la vida de quienes deciden comprar una dosis y la vida de quienes la necesitan y todavía no son tomados en cuenta.
Transparencia Venezuela ha identificado siete tipos de irregularidades durante este proceso:
-Inconsistencias en las cifras: ningún dato de los que escasamente reporta la Comisión Presidencial para la Prevención y el Control de la COVID-19 coinciden entre sí, y tampoco se asemejan a los que muestra la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre Venezuela.
Mientras el ministro de Salud, Carlos Alvarado, guardaba silencio, la OPS asomó en junio que Venezuela había aplicado 364.000 dosis hasta abril.
Pero a finales de mayo, Alvarado aseguró que, antes de iniciar la segunda fase de vacunación, habían aplicado “poco más de un millón de dosis”; luego, el 5 de junio, Delcy Rodríguez declaró que 11% de la población se encontraba vacunada, que es alrededor 3,1 millones de venezolanos. Pero ninguna de estas cifras oficiales guardan relación con las publicadas por la OPS en su página web el 11 de junio de 2021. Según la organización, Venezuela ha aplicado 739.962 dosis en total.
Solo por el organismo internacional se conoce que solo 0,5% de los venezolanos ha cumplido con la vacunación.
-Desorganización: las autoridades venezolanas anunciaron que, en la segunda fase de vacunación, la escogencia de las personas se haría de forma aleatoria a través del Sistema Patria y de la página del Ministerio de Salud. Alvarado hizo la salvedad de que se tomaría en cuenta a “sectores prioritarios”: adultos mayores de 60 años y personas entre 18 y 59 años con comorbilidades o enfermedades crónicas. Pero la realidad ha sido otra: personas de todas las edades y sin padecimientos han recibido el mensaje de texto o se han saltado la norma impuesta desde el Ministerio de Salud y han acudido a vacunarse sin ser convocados. En algunos centros de vacunación, como el hotel Alba Caracas, han atendido a personas a las que no les llegó el mensaje de texto. En otros, les exigen haber sido convocados para proceder a vacunarlos.
En general, esta desorganización ha causado largas filas de personas sin ningún distanciamiento social que se han convertido en focos de contagios, según el infectólogo Julio Castro. Además, como el registro se está haciendo de forma manual, en muchos centros se han generado otras dos situaciones: personas con la primera dosis aplicada reciben un mensaje de texto con la convocatoria a vacunarse por primera vez; también personas que han recibido el mensaje de texto con la fecha y la hora para acudir a vacunarse, pero que cuando llegan al recinto se enteran de que la cantidad de cupos diaria ya está copada.
Esta irregularidad ha estado presente desde el 18 de febrero, cuando el Estado comenzó a vacunar al sector salud. A médicos y enfermeros de primera línea contra el virus les negaron las vacunas en el Hospital Central de Valencia porque solo podían atender a adultos mayores convocados por el sistema patria.
Aunque por recomendación de la OMS, los trabajadores sanitarios son la prioridad por estar expuestos ante la COVID-19, en Venezuela han sido marginados. De acuerdo con un reporte de Monitor Salud al 30 de mayo de 2021, de 75.191 trabajadores de 66 centros de salud, solo 32.839 (43,6%) habían recibido las dos dosis de vacuna anti-COVID-19. Con esta muestra, la organización desmintió a Alvarado, quien aseguró el 23 de mayo que 90% del personal de salud estaba vacunado.
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-Abuso de poder: tanto en la primera como en la segunda fase los dirigentes políticos y militares han sido la prioridad. Las primeras dosis han sido para funcionarios como diputados de la Asamblea Nacional, militares y estructuras del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Ante la falta de un plan de vacunación, las autoridades y dirigentes políticos se han aprovechado para privilegiar a su entorno. Como en el caso del alcalde del municipio García Hevia del Táchira, Willington Vivas, quien envió un video para informar que las vacunas habían llegado a la entidad y él iba a ceder dos cupos para que los miembros de las denominadas Unidades de batalla Bolívar-Chávez (Ubch) vacunaran a sus familiares.
-Compras y robos de vacunas: la OMS alertó meses atrás que la poca oferta de vacunas podía promover el comercio ilícito y crear un gran foco de corrupción. En el caso de Venezuela, debe agregarse la falta de un plan que especifique las prioridades y los criterios: quiénes se van a vacunar en cada fase, cuántas dosis están disponibles, cuántas fases se tienen previstas, las metas.
La opacidad en el plan de vacunación, le deja espacio al soborno y robo de vacunas. Transparencia Venezuela ha tenido acceso a testimonios sobre ventas de vacunas anti-covid-19 hasta por USD 250. Tanto sobornar como robar vacunas son delitos previstos en la Ley contra la Corrupción.
El 14 de abril, el Tribunal Supremo de Justicia informó sobre la detención de cuatro personas señaladas de ofrecer en USD 280 vacunas adquiridas por el Estado, a través de una página de ventas de Facebook.
-Exclusión: el Estado recurrió al Sistema Patria para convocar a los adultos mayores a vacunarse durante el mes de abril. Este mecanismo creado en 2015 es considerado excluyente y de control social. Con el requisito de estar inscrito en el sistema patria se puso a un lado a los adultos mayores que no contaban con teléfono celular ni estaban registrados.
-Centros de vacunación dispuestos en sedes de partido o centros militares: el Ministerio de Salud ha promovido puntos de vacunación en espacios partidistas, como en la denominada Base de Misiones Manuelita Sáenz en Valles del Tuy o en la Base de Misiones India Yara en Santa Teresa, en el estado Miranda.
De acuerdo con información obtenida por Transparencia Venezuela, la sede de la Zona Integral de Defensa Integral de Yaracuy fue habilitada como centro de vacunación. Aunque la organización solicitó información al presidente de Corposalud Yaracuy, Ramón Trejo, para el momento de la publicación de esta nota había respondido.
-Suspensión de jornadas: esta irregularidad va asociada con la desorganización. A través de publicaciones de medios locales, se ha informado sobre la suspensión de jornadas diarias por la cantidad de personas que asisten. El pasado 3 de junio, el alcalde del municipio Independencia de Yaracuy, José Mujica, informó que el proceso en el Laboratorio Regional, que correspondía para los menores de 59 años, se interrumpía y solo se atenderían a adultos mayores convocados a través del Sistema Patria.
También se han suspendido las jornadas para las personas que deben recibir la segunda dosis y completar la vacunación. Al llegar al recinto les han informado que no hay más cupos para vacunar y le asignan otra fecha.