Transparencia Venezuela, 29 de mayo de 2019.- La improvisación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) se ha hecho sentir en toda su magnitud. A 3 años de creado, este programa carente de fundamento, mecanismos de rendición de cuentas y enfoque de derechos humanos, exhibe día tras día mayores deficiencias: numerosas familias se quejan por productos insuficientes y de dudosa calidad, constantes denuncias por atropellos y amenazas recibidas de los Consejos Comunales a comunidades, exclusión por razones partidistas y discriminación.

Ante esto, Nicolás Maduro y su cuestionada gestión, anunciaron un nuevo sistema para obtener la bolsa o caja CLAP a través del Carnet de la Patria. Se trata de un medida que se estaba implementando en muchas comunidades, sin embargo, lo presentado el 28 de mayo, tiene un matiz distinto: “La creación del sistema de organización territorial de las Unidades Populares de Defensa Integral a través del Carnet de la Patria, medida para fortalecer los CLAP”,  hasta lograr la atención de familias 2 veces al mes.

En el diagnóstico social realizado por Transparencia Venezuela en diferentes comunidades del país, la característica esencial de los CLAP puede resumirse en tres variables: corrupción, entrega tardía y mala calidad de alimentos.

Respecto a este último aspecto, destaca un  caso registrado en el estado Barinas, al sur del país. Se trata de un hecho ocurrido en  la urbanización Ciudad Varyna, parroquia Alto Barinas, sector La Ceiba. Sus habitantes recibieron el pasado 8 de mayo frijoles del CLAP “llenos de basura y piedras”, según informaron vecinos de esta comunidad.

La bolsa tenía un costo de 7.500 bolívares e incluía 2 kg de azúcar, 2 kg de arroz, 2 kg de granos, 1 kg de bebida láctea, ½  kg de spaghetti, 600 gr de pasta, 2 kg de harina de maíz amarilla y 1 lt de aceite. El empaque de los frijoles no tenía ningún tipo de información sobre el país de procedencia.

Aunque no es la primera vez que ocurren hechos de esta naturaleza, pues en otras oportunidades el arroz ha llegado con gorgojos, los habitantes de La Ceiba manifestaron su malestar por la calidad de los granos y la incertidumbre de no saber dónde fueron empacados. Los vecinos indicaron al equipo de Transparencia Venezuela, capítulo Barinas, que hace tres meses no llegaba la bolsa del CLAP a esta comunidad.

Maduro destacó en su alocución del 28 de mayo como un logro el que estos productos lleguen a Venezuela procedente de otros países. “Aquí llegan todos los productos que importamos del exterior, alimentos para el pueblo. Aquí llegan todos los productos que compramos a los productores nacionales para nosotros hacer la caja CLAP que llega como mercado a su casa, a su familia. Yo quiero que usted vea el esfuerzo, son miles de personas trabajadores, trabajadoras haciendo un inmenso esfuerzo para que usted tenga su mercado en su casa a través de los CLAP”.

Además, refirió que “hay un enemigo silencioso de los CLAP, es como el gorgojo”.

“El gorgojo que va por debajo dañando el producto, dañando el arroz. El gorgojo ¿verdad? Es un gorgojo, es la corrupción, es la gente que se roba de las cajas CLAP”.

Es de destacar que el revendedor o el traficante de productos CLAP es consecuencia de un programa mal diseñado e implementado. El verdadero “enemigo silencioso de los CLAP” es la Gran Corrupción, la ausencia de un diseño coherente sustentado en un correcto diagnóstico de necesidades y con adecuados mecanismos de seguimiento, control y evaluación para responder con efectividad a los problemas que busca atender.

Sin estas características los CLAP no pueden cumplir con los componentes del derecho a la alimentación, entendiendo la disponibilidad y accesibilidad como eje central para que los ciudadanos puedan satisfacer sus necesidades alimentarias de forma sostenible.

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