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 El 31 de diciembre vence el lapso prometido por el Presidente de la República Nicolás Maduro para concretar su meta de construir 1 millón de viviendas en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela ofrecida el pasado 5 de noviembre en cadena nacional de radio y televisión, donde aseguró que «si este año no entrego un millón de viviendas, me corto el bigote».

Según información obtenida en declaraciones por distintos representantes del estado en actos públicos, el programa social del Gobierno alcanzó las 900 mil viviendas, sin embargo, no existen cifras oficiales. Transparencia Venezuela a través del Observatorio de Misiones realiza el monitoreo de la Gran Misión Vivienda Venezuela por ser uno de los programas al que más se le ha otorgado recursos y cuya cifra hasta el momento resulta desconocida.

Fue concebida bajo el principio de derecho a la vivienda que se le debe garantizar a la población con necesidad habitacional. Sin embargo, no cumple con los componentes de derechos humanos que debe tener toda vivienda, dado que no se realizaron estudios previos de riesgo y factibilidad de los terrenos, no se garantiza el acceso a la disponibilidad de servicios e infraestructura ni la adecuación cultural de los habitantes a las mismas. En cuanto a la tenencia de la vivienda, en su totalidad son adjudicadas de tal manera que no se les brinda seguridad jurídica a sus habitantes.

Del mismo modo, se desconocen los planes, ejecución y mantenimiento de obras, contratos y licitaciones, lo que impide su seguimiento y control como programa social. También resulta importante destacar que de la cifra global que otorga el Gobierno, al menos el 40% se trata de infraestructura recuperada o mejorada con el otorgamiento de material de construcción por parte de la misión, más no de viviendas nuevas y a estrenar.

Entre otros aspectos, no existe un registro de viviendas adjudicadas, beneficiarios, criterios de selección, seguimiento y evaluación de impacto; que permitan establecer indicadores sociales y análisis de proyecciones. Además, preocupa que el presidente en recientes declaraciones señaló: “Yo estaba con la meta de construir cuatro millones de viviendas, pero ahora no sé», lo que se traduce en un criterio de discrecionalidad en la ejecución de un programa social.

Desde Transparencia Venezuela, preocupa que los funcionarios del Gobierno Nacional, no asuman su responsabilidad y el resultado de sus acciones impidiendo avanzar con los compromisos necesarios con el país.

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