El caso de acoso laboral tuvo origen en la atención que dio una enfermera a una mujer con COVID-19 que llegó al Ambulatorio, donde las autoridades cerraron el área de atención para esta enfermedad
Transparencia Venezuela, 13 de julio de 2021.- El área de atención a pacientes con COVID-19 está clausurado en el Ambulatorio Don Felipe Ponte Hernández, ubicado en Cabudare, estado Lara. A medias funciona un triaje respiratorio y el servicio de agua es muy intermitente. Sus trabajadores denuncian falta de insumos y personal, acoso laboral y abandono de la infraestructura.
La coordinación de Transparencia Venezuela del estado Lara acudió a este recinto de salud para atender una denuncia de acoso laboral por parte de las autoridades, quienes se negaron a atender a una mujer que llegó con la saturación de oxígeno en 26. Una enfermera, de nombre María Esther Escobar, desobedió esta orden y la estabilizó con oxígeno hasta que pudiesen trasladarla a un centro hospitalario, a riesgo de las amenazas de despido o suspensión.
«No quisieron atenderla en emergencia porque está prohibido. No había oxígeno en un CDI y por eso a la señora no la atendieron (…) Me dicen que denunciar me puede traer represalias laborales. ¿Me van a botar? Que no me digan que no lo dijeron porque tengo pruebas. Lo único que quiero es que no nos dejen solos porque el ambulatorio de Cabudare va a desaparecer. No aguantamos más. El personal está agotado. No hay camareras», dijo Escobar ante los medios de comunicación el 1° de julio.
De acuerdo con lo observado por la organización, el espacio destinado a la atención de pacientes con COVID-19 no era más que una pequeña ala del centro de salud con camas y sin ningún tipo de medida especial. En la zona de descanso de los médicos hay botes de agua, el espacio está muy deteriorado y se han encontrado serpientes y tarántulas.
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El agua falta con mucha frecuencia en el centro de salud. Personal médico informó a Transparencia Venezuela que hace pocos días estuvieron diez días sin agua, y que por ser una situación muy constante, se pide a los pacientes, incluso parturientas, llevar botellones de agua potable para poder ser atendidos.
Por otro lado, hay dos locaciones cuya construcción no ha terminado; una está dentro del propio ambulatorio y corresponde a lo que alguna vez se pensó sería la morge. Aun cuando es apenas un lugar cuya construcción y acondicionamiento está alrededor del 40% de avance, se pudo observar dos personas fallecidas que habían ubicado en indignas condiciones.
La segunda es llamada “La Maternidad”, como todos los vecinos la conocen, cuya construcción se inició durante el último período de gobierno de Henri Falcón y desde hace ocho años está paralizada sin explicación alguna.
Los trabajadores de este centro asistencial solicitaron la presencia de Javier Cabrera, secretario de Salud del estado Lara, para que constate la situación en la que se encuentran.
Esta es el área donde atendían a los pacientes con COVID-19. Foto: Transparencia Venezuela
La coordinadora de Transparencia Venezuela en el estado Lara con la presidenta del Colegio de Enfermería de la entidad, Elda Jiménez.