La pregunta sobre quién finalmente paga cuando se viola la neutralidad de la red no tiene una respuesta simple: múltiples actores soportan costos diferentes. Sin embargo, la evidencia económica demuestra que los usuarios finales —especialmente los más pobres— siempre terminan pagando el precio más alto, a través de tarifas más altas, opciones limitadas y un acceso al internet fragmentado e inequitativo.
El Modelo Económico Fundamental: Mercados de Dos Lados
Para comprender quién paga, primero hay que entender que internet es un “mercado de dos lados”: hay un lado del consumidor (usuarios finales) y otro lado del productor (proveedores de contenido). Sin neutralidad, los ISP pueden cobrar a ambos lados, creando un modelo económico de extracción de rentas múltiple.
Con Neutralidad de Red (El Modelo Actual en América Latina):
- Los usuarios pagan una tarifa fija por acceso a internet.
- Los proveedores de contenido no pagan a ISP por entregar su contenido (esto es lo que protege la neutralidad).
- El ISP obtiene ingresos únicamente del lado del usuario.
Sin Neutralidad de Red (El Modelo que ISP Proponen):
- Los usuarios pagan una tarifa base por acceso.
- Los proveedores de contenido pagan tarifas adicionales (fast lanes, priorización).
- El ISP obtiene ingresos de ambos lados: usuarios y proveedores de contenido.
En teoría económica de mercados de dos lados, cuando una plataforma cobra a ambos lados, típicamente uno de los dos lados termina siendo subsidiado (cobrado menos) mientras el otro es gravado. ¿Quién pierde? Típicamente, el lado menos organizado y con menos poder de mercado: los usuarios finales individuales.
Evidencia Empírica: El Caso del Zero-Rating
El mejor experimento económico de qué sucede sin neutralidad de red es el zero-rating: servicios específicos (como Facebook o WhatsApp) ofrecidos “gratis” sin consumir datos. Aunque aparentemente beneficia a usuarios pobres que acceden “gratis”, la economía oculta es diferente.
Un Estudio Clave de Epicenter:
Epicenter realizó un estudio en múltiples países europeos documentando que en países donde se permite zero-rating, los usuarios pagan consistentemente tarifas de datos MÁS ALTAS que en países donde está prohibido.
Esto parece contradictorio: ¿cómo puede zero-rating resultar en precios más altos? La respuesta está en la economía de discriminación de precios:
Cuando los ISP pueden ofrecer zero-rating:
- Segmentan el mercado entre usuarios que pueden pagar (acceso completo) y usuarios pobres (solo zero-rating).
- Suben los precios de acceso completo sabiendo que usuarios pobres tienen alternativa de zero-rating.
- El usuario de ingresos medios-altos que necesita acceso completo termina pagando más de lo que pagaría en un mercado neutral.
- El usuario pobre obtiene acceso “gratis” pero a un internet fragmentado (solo redes sociales, no el resto del internet).
El resultado global: precios más altos para usuarios, Internet balcanizado, pero especialmente daño a usuarios de ingresos medios que no califican para zero-rating pero sí necesitan internet completo.
Quién Paga: Análisis por Actor
1. Usuarios Finales (Especialmente Pobres): Pagan Más en Varios Aspectos
Tarifa Directa Aumentada:
Sin neutralidad, usuarios finales soportan:
- Tarifas base más altas para “internet completo” vs. “internet limitado” (zero-rating).
- Tarifas adicionales por velocidad si necesitan priorización para ciertos servicios.
- Cargos por exceso de datos si exceden límites de planes diferenciados.
Acceso Fragmentado:
Usuarios pobres enfrentan una versión degrada de internet:
- Con zero-rating reciben acceso a 3-5 aplicaciones gratuitas (Facebook, WhatsApp, etc.)
- Pero sin acceso a pequeñas empresas, servicios de salud, educación, noticias regionales que no pagan al ISP.
- Aunque técnicamente tienen acceso a internet, prácticamente está limitado al contenido que ISP permitió.
En Perú, análisis de zero-rating documentan que usuarios pobres, después de “acostumbrarse” a solo redes sociales, a menudo no adoptan internet completo porque: (a) no entienden su valor, o (b) simplemente no pueden pagarlo. El zero-rating se convierte en trampa de acceso limitado permanente, no escalera a internet completo.
Impacto Desproporcionado en Poblaciones Vulnerables:
América Latina tiene 260 millones de personas en pobreza. El internet limitado por zero-rating:
- Restringe oportunidades económicas: Microempresarios no pueden acceder a plataformas de comercio electrónico completas.
- Limita educación: Estudiantes solo acceden a redes sociales, no a recursos educativos.
- Reduce salud digital: Acceso limitado a telemedicina, información de salud, servicios digitales de prevención.
2. Proveedores de Contenido Pequeños y Startups: Quedan Fuera
Sin neutralidad, los ISP pueden cobrar a proveedores de contenido por “fast lanes” o priorización. Esto genera un problema de poder de mercado severo:
Barrera de Entrada Insuperable:
Una startup de streaming peruana que compite con Netflix no puede pagar tarifas de priorización que:
- Netflix puede absorber como gasto operacional marginal (Netflix factura USD 36 mil millones/año)
- Startup paga como 30-40% de presupuesto anual
- Resultado: Netflix recibe tráfico rápido, startup recibe tráfico lento
- Usuarios adoptan Netflix, startup fracasa
Esto NO es fracaso por producto inferior; es fracaso por discriminación de infraestructura.
En América Latina, donde el ecosistema de startups está en formación, violaciones a neutralidad generan “colonialismo digital” donde startups locales no pueden competir contra gigantes globales que pueden pagar discriminación.
3. PyMEs Digitales: Modelo de Negocio Destruido
PyMEs que dependen de internet (comercio electrónico, servicios digitales, consultoría) enfrentan un dilema sin neutralidad:
- Opción 1: Pagar tarifas de priorización a cada ISP donde tienen clientes → costo insostenible
- Opción 2: No pagar, aceptar internet lento → clientes usan competidores
- Resultado: PyMEs digitales se vuelven inviables
En Colombia, estudios documentan que pequeñas empresas de comercio electrónico operando sin acceso a fast lanes experimentan tasas de abandono de compra de 40-60% (vs. 20-30% con conexiones rápidas), directamente por velocidad insuficiente.
4. Proveedores de Contenido Establecidos (Netflix, etc.): Pagan, Pero lo Trasladan
Netflix Y otros gigantes sí pueden pagar fast lanes. ¿Pero a quién le cuesta? Al usuario final.
Cuando Netflix paga tarifas de priorización a ISP, incrementa sus costos operacionales. Estos costos se trasladan inmediatamente a usuarios mediante:
- Aumentos de precios de suscripción
- Compresión de calidad de video
- Reducción de inversión en contenido local
En 2025, investigaciones en Colombia documentan que usuarios pagan USD 1-2 mensuales más por suscripciones de streaming solo para financiar los pagos que plataformas hacen a ISP por priorización.
5. Gobiernos: Presión fiscal indirecta
Sin inversión privada suficiente (porque ISP capturan rentas de discriminación en lugar de invertir), los gobiernos deben invertir más en infraestructura digital pública, generando costo fiscal que termina en impuestos a contribuyentes.
El Paradoja Latinoamericana: Acceso vs. Equidad
América Latina enfrenta una tensión particular. Aunque crezca preocupación sobre neutralidad, la realidad es que:
- 30-40% de la población sigue sin internet en zonas rurales
- Zero-rating ha permitido que 10-15 millones de personas adicionales accedan a internet móvil básico en países como Perú y Colombia
- Sin zero-rating, algunos de estos usuarios perderían acceso completamente
Sin embargo, la solución no es permitir zero-rating discriminatorio. Es subsidio público genuino que expanda acceso sin fragmentar internet.
Colombia enfrenta exactamente esto: la Corte Constitucional en Sentencia C-206 (2025) prohibió zero-rating, pero reconoce que esto podría reducir acceso para pobres. La solución propuesta: subsidios públicos directos para acceso equitativo, no discriminación de ISP.
El Costo Oculto: Fricción Económica y Pérdida de Bienestar
Más allá de precios directos, la falta de neutralidad genera fricción económica que reduce bienestar general:
Ejemplo: Con neutralidad, un usuario que quiere usar aplicación X y aplicación Y puede hacerlo con igual velocidad. Sin neutralidad:
- Aplicación X paga priorización: 50 Mbps
- Aplicación Y no paga: 2 Mbps
- Usuario debe elegir entre dos opciones, no puede usar ambas optimalmente
- Teoría económica: el bienestar se reduce porque restricciones de elección siempre reducen utilidad
Multiplicado por millones de usuarios y miles de aplicaciones, la pérdida de bienestar agregada es significativa aunque difícil de medir.
Modelos Económicos Alternativos Que Cumplirían Objetivos
Los economistas han propuesto que, si ISP genuinamente necesitan ingresos adicionales para inversión, hay formas de hacerlo SIN violar neutralidad:
Opción 1: Discriminación de Precios al Usuario Final
Cobrar al usuario, no al proveedor de contenido, según uso intensivo:
- Plan básico: 10 GB a precio bajo (internet limitado)
- Plan premium: 100 GB a precio alto (internet completo)
- Ventaja: El usuario elige qué pagar, no ISP discrimina contenido
- Usuario con más dinero paga más, pero todos tienen acceso a TODO internet
Este es el modelo que debería reemplazar zero-rating en América Latina.
Opción 2: Subsidios Públicos Efectivos
Para asegurar acceso universal, gobiernos pueden:
- Fondos de universalización: Contribuciones de todos (ISP, usuarios, gobierno) financian acceso en zonas no rentables
- Vouchers de internet: Usuarios pobres reciben subsidio directo para comprar planes completos, no limitados
- Inversión pública en infraestructura: Gobierno financia redes, ISP solo operan, acceso abierto
Esto expande acceso sin fragmentar internet ni crear discriminación.
El Verdadero Costo de Violar Neutralidad
Cuando no hay neutralidad de red, todos pagan, pero de formas diferentes:
- Usuarios pobres pagan con acceso limitado a internet fragmentado
- Usuarios de ingresos medios pagan con tarifas más altas
- Startups pagan con imposibilidad de competir
- PyMEs pagan con viabilidad económica reducida
- Usuarios de gigantes como Netflix pagan con suscripciones más caras
- Sociedad paga con innovación reducida, competencia deprimida, desigualdad amplificada
La paradoja es que aunque ISP argumentan que necesitan abandonar neutralidad para financiar inversión, la evidencia muestra que lo que realmente sucede es: ISP redistribuyen costos hacia usuarios y proveedores de contenido pequeños, capturando rentas discriminatorias, sin necesariamente invertir más.
Para América Latina, la protección de neutralidad de red no es un lujo regulatorio; es una decisión sobre quién paga el costo del internet: ¿todos equitativamente, o los más pobres y los innovadores? La región ha elegido, correctamente, que todos paguen equitativamente. La tarea ahora es cumplir esa promesa regulatoria con implementación efectiva y financiamiento genuino del acceso universal.